Francia propone minería de bitcoin con energía sobrante

Los legisladores en Francia han presentado una propuesta para un experimento de cinco años que permitiría a los productores de energía utilizar electricidad sobrante para la minería de bitcoin. Esta iniciativa, detallada en un proyecto de ley presentado el 11 de julio, busca mejorar la estabilidad de la red, generar ingresos a partir de la producción de energía excedente y reducir los ciclos de modulación de las plantas nucleares. La propuesta sugiere que, al desarrollar un sector minero francés que utilice electricidad controlable y libre de carbono, el país podría establecerse como un jugador importante en el ecosistema de activos criptográficos. Los legisladores señalaron que los productores de electricidad a menudo se ven obligados a vender energía sobrada a pérdida debido a la falta de opciones de almacenamiento, lo que genera pérdidas económicas y energéticas significativas. La legislación propuesta también aborda los desafíos planteados por las regulaciones que requieren que las plantas nucleares ajusten su producción en función de la cantidad de energía renovable, lo que ejerce presión sobre la infraestructura. Si se aprueba el proyecto de ley, Francia planea establecer centros de datos cerca de sitios de producción de energía, posiblemente en fábricas abandonadas. Esta estrategia promete beneficios sustanciales sin comprometer el suministro energético actual. La propuesta describe la minería de bitcoin como una solución innovadora capaz de transformar un problema (el exceso de energía no utilizada) en una oportunidad económica. Citando a la Asociación para el Desarrollo de Activos Digitales (ADAN), los legisladores informaron que asignar un solo gigavatio de energía a la minería podría generar entre 100 y 150 millones de dólares en ingresos anuales. Otro beneficio de la minería de bitcoin, según la propuesta, es la recuperación del calor, que generalmente se considera un desperdicio. Las computadoras de minería generan calor considerable, que puede capturarse a través de intercambiadores de calor para calentar edificios, invernaderos agrícolas o ayudar en procesos industriales. Los legisladores destacaron que este enfoque de eficiencia energética ya se está aplicando con éxito en Islandia, Noruega y Suecia, lo que indica que es técnicamente factible en Francia.